Translate

sábado, 23 de febrero de 2013

Es hora de decir adiós.

Todos, todos en algún momento de nuestras vidas tenemos que partir, es la parte final del ciclo. Algunas personas se lo toman muy mal, tanto que ni siquiera quieren pensar en eso, a otras les da igual, para algunos es algo natural que se tiene que dar y no hay nada que hacer, y para otros pocos, es la mejor parte de la vida, tanto consideran que es de lo mejor que hasta se adelantan a ese momento.
Pero, para algunos de nosotros, no quisiéramos llegar a esa parte hasta una cierta edad; pero hay veces que se adelanta el proceso por obra de alguna deidad, causa del destino, o simplemente, efecto natural. Y a pesar de la creencia que tenga uno sobre la muerte, siempre, siempre es doloroso perder a alguien, saber que ya cerró los ojos y  no precisamente porque esté dormido, sino porque nos ha abandonado; y sabemos que nunca veremos de nuevo a esa persona.
Aunque muchas veces sepamos cuál es el destino de aquella persona, es difícil hacerse a la idea de no volver a verla jamás; aunque sean enfermos terminales, enfermos con esperanzas, o enfermos con una enfermedad curable, intentamos ser fuertes todo el tiempo, pero cuando llega la hora es imposible no quebrarse e intentar gritar ¡¿POR QUÉ?!; siempre, siempre ha sido horrible afrontarse a la verdad.
Ella era una persona demasiado especial, pero de nada sirve decir lo que en vida nunca dije. El punto es que con personas como ella, es imposible que hasta el más duro no se quiebre y se ponga a pensar "¿por qué ella?"; pero solo a los que nos quedamos aquí nos toca resignarnos, pensar y/o creer que esa persona estará mejor, o que la volveremos a ver donde sea que nos toque ir, o incluso, que nos toparemos con ella de nuevo en la reencarnación; y créanme, que este último pensamiento me resulta más agradable que el resto, porque yo creo que la muerte es algo así como un portal para otra vida nueva, o reinventarse de una nueva manera.
Pero bueno, dejaré de hablar de esto porque no quiero sentirme triste de nuevo; y como ya había dicho, más que un escrito para ustedes, es una forma de desahogarme, de alejar esta tristeza que sé que no me hace nada bien; y bueno, solo me queda decir... "Hasta Siempre".