Usted que me dejó sola cuando más lo
necesitaba; usted que ni en los buenos momentos llegaba; usted que nunca se
hizo presente; usted que rompió más de una promesa.
Usted que me enseñó que las personas nunca
deben de depender de alguien más; usted que me enseñó a estar sola; usted que
me enseñó que ante todo primero va lo profesional sea la situación que sea;
usted que me enseñó que venimos solos y nos vamos solos.
Usted que me hizo entender la vida cuando todavía era muy pequeña; usted que me exigió lo mejor de mí cuando usted solo me
daba lo peor; usted que me hizo levantarme aunque ya no pudiera más; usted que
me hizo experimentar el dolor; usted que me hizo casi insensible.
A usted señor destinatario quiero decirle GRACIAS.
Porque gracias a usted me hice más fuerte, aprendí a no decepcionarme, a no
esperar nada de nadie, a no hacer promesas innecesarias, a solo llorar por mí,
a solo cuidar de mí, a nunca deber nada a nadie; a esforzarme por lo que quiero
y nunca pedir nada, a desconfiar de hasta el más indefenso, a ser auto suficiente,
a ser dura, a no ser frágil, a nunca dejarme vencer, a nunca dejar de creer en
mí.
Gracias por hacerme entender que mi
felicidad no depende de alguien más.
Atentamente:
Remitente
conocido.