Todos sus compañeros estaban emocionados pues había invitado a toda su clase; estaban emocionados pero a la vez algo nerviosos pues no sabían qué regalarle. Sabían que Denisse era algo exigente con sus regalos y acostumbraba a dejarse llevar por lo caro y lo fino, lo malo era que sus compañeros no estaban en condiciones económicas para permitirse comprar un regalo así.
Faltaba muy poco para el gran día que todos esperaban; sus mejores amigos habían juntado un poco de dinero para comprarle una cámara profesional a Denisse, pues su sueño era hacer un álbum con todas las fotografías de la preparatoria y tenía que empezar ahora; pero el dinero que habían conseguido aun no era suficiente y faltaba sólo una semana para la fiesta.
Durante toda la semana Denisse había estado hablando de los regalos que le gustaría recibir; todos eran muy caros y en el primer lugar de la lista figuraba la cámara profesional.
Sus amigos aun no habían juntado el dinero aunque hicieron varias actividades y trabajaron duro para reunir un poco, pero todavía no era el suficiente para comprar la cámara y ya faltaba muy poco tiempo para la fiesta; con cada minuto que pasaba los chicos se desilusionaba por no poder comprar el regalo que quería su amiga.
El hermano de Denisse se había dado cuenta de la situación de sus amigos; entonces esa noche, a un día del cumpleaños y la fiesta, el pequeño niño saco todas sus cosas de una pequeña cajita de porcelana que le había regalado su tía para navidad y se dedicó a construir una cajita de madera del mismo tamaño que la de porcelana.
Al día siguiente los amigos de Denisse por fin habían conseguido el dinero suficiente para comprar la cámara, lo habían logrado gracias a un préstamo que habían pedido pero que por supuesto tenían que pagar después; para ellos el préstamo valía la pena con tal de que su amiga fuera feliz en su fiesta especial.
Mientras Denisse desayunaba su pequeño hermano llegó y le dio su abrazo de felicidades, después se sentó y le dijo - Ten, te tengo un regalo; pero sólo puedes escoger uno, ¿cuál quieres? – mientras sostenía con sus manos las cajitas de porcelana y madera. Denisse obviamente tomó la caja de porcelana, pero para su sorpresa no había nada dentro, sólo un poco de polvo; entonces Denisse un poco enojada por la “broma” de su hermano le pidió que le mostrara lo que había en la cajita de madera; su hermano accedió y le dio la cajita, Denisse la tomó y la abrió, en la cajita había un hermoso dibujo y una preciosa rosa roja que olía exquisito, además de una pequeña notita que decía “Las cosas buenas y los mejores regalos no vienen en estuches tan finos”. Entonces Denisse abrazó a su hermano para agradecerle el humilde regalo y la hermosa lección que le había dado, su hermano le correspondió el abrazo y se prepararon para la fiesta.
En la fiesta les regresó la cámara a sus amigos y les dio las gracias; sus amigos le preguntaron por qué no aceptaba su regalo si es lo que ella quería o por lo menos eso les decía, Denisse les dijo que amaba la cámara pero que no la podía aceptar porque les había costado mucho esfuerzo y que lo mejor sería que ellos se quedaran con ella y la disfrutaran; también les dijo que de ahora en adelante se conformaría hasta con una simple carta o un humilde abrazo de regalo que algo más costoso porque al final del día la intención es lo que cuenta.